SI QUIERES QUEDAMOS A LA HORA DE LOS BÚHOS CAPITULO PRIMERO

13 minutos


INTRODUCCIÓN.


Creo que para no perdernos necesitamos respirar la verdad de las buenas historias: historias que construyan, no que destruyan; historias que ayuden a reencontrar las raíces y la fuerza para avanzar juntos. En medio de la confusión de las voces y de los mensajes que nos rodean, necesitamos una narración humana, que nos hable de nosotros y de la belleza que poseemos. Una narración que sepa mirar al mundo y a los acontecimientos con ternura; que cuente que somos parte de un tejido vivo; que revele el entretejido de los hilos con los que estamos unidos unos con otros”. Papa Francisco
En la palabra, el silencio, tal y como proponía a los comunicadores Benedicto XVI: «En el complejo y variado mundo de la comunicación emerge la preocupación de muchos hacia las preguntas últimas de la existencia humana: ¿quién soy yo?, ¿qué puedo saber?, ¿qué debo hacer?, ¿qué puedo esperar? Es importante acoger a las personas que se formulan estas preguntas abriendo la posibilidad de un diálogo profundo, hecho de palabras, de intercambio, pero también de una invitación a la reflexión y al silencio que, a veces, puede ser más elocuente que una respuesta apresurada y que permite a quien se interroga entrar en lo más recóndito de sí mismo y abrirse al camino de respuesta que Dios ha escrito en el corazón humano» «Os recuerdo que vuestra profesión, además de informativa, es formativa; es un servicio público, es decir, un servicio al bien común. Un servicio a la verdad, un servicio a la bondad, y un servicio a la belleza». Y como yo también quiero unirme a este coro de comunicadores que quieren comunicar esperanza, creo modestamente hacerlo siguiendo esta propuesta del Papa: ¿Cómo comunicar esperanza sirviendo a la verdad, sirviendo a la bondad y sirviendo a la belleza
            
  CAPITULO PRIMERO: LA CARTA
 
Capitulo primero: la carta
 
Me llamo Anselmo tengo 61 años. toda mi vida he vivido en Madrid, y digo he vivido, no porque naciera en esta maravillosa tierra, sino porque me he sentido amado y querido por la gente con la que he convivido desde la primera vez que tuve conciencia de algo.

Mi origen es Andalucía, y mi tierra de nacimiento Granada.
Mi sentimiento más profundo haber vivido la vida saboreándola poco a poco en pequeñas gotas.
 He sabido compartir el presente y el pasado, y me ha importado poco el futuro. Del pasado he cogido aquello que mereció la pena en forma de recuerdo.
La imagen de aquellas cosas que pasaron el día anterior antes de acostarme las resumía como si fuera una película de Alfred Hitchcock: con tensión, delicadeza, argumento, inicio, y final.

No dejaba que pasara un día sin cerrar convenientemente lo ocurrido el anterior. Todo lo he dejado anotado en una agenda imaginaria que comencé apenas cuando tuve sensaciones en mi vida. Esto me sirvió de mucho, y lo recomiendo a todo el mundo.

 Ahora podré dejar mediante mis obras aquellos escritos de mi agenda imaginaria a quien hubiera tenido conmigo el más mínimo contacto en vida.
Una palabra que siempre me enseñaron de pequeño mis padres y le debo a ellos es dar las gracias por todo., cuando vas a un bar y te sirven una cerveza: una tapa, un arroz, un poquito de fabada, unas croquetas del tiempo, unas maravillosas lentejas con chorizo, un plato de habas con jamón o lo que encarte, «siempre dar las gracias».

 Cuando vayas por la calle y te dejen el paso da las gracias, cuando no te dejen el paso igualmente da las gracias, y no pienses que eres un ser raro y extraño de otra época cuando se llevaba sombrero por la calle ni tampoco las cursilerías feministas del doble lenguaje que parece que decir las gracias o un pequeño piropo es etiquetarte o políticamente mal visto.
 
No me encasillen ni juzguen este libro, o lo que escriba porque les guste o no les guste lo que digo., uno vive y escribe lo que siente con la mayor de la libertad que da la letra. Si me pones algún tapujo, o no me dejas que exprese lo que siento, si me encasillas en un género, y me dejas acogido en algún viejo rincón de tu biblioteca «no me compres, ni me busques, ni me leas, que no necesito ni cantos de sirena, ni ser juzgado o etiquetado por nadie que no sea aquel lector que sienta lo que yo escribo como si fuera lo que él no ha sido capaza de hacerlo».
Búscame entonces en tu pequeño refugio del corazón, y allí compartiremos seguro nuestros pensamientos. Aquí y ahora o luego cuando pidamos pasaporte de destino a ese maravilloso mundo que nos espera y que se llama Esperanza.
 
Y siguiendo con las gracias …. cuando estas en un bus de pie con dolor de muelas o cansado y te dejan amablemente el sitio da las gracias.
 
Cuando te atienda una persona en el mostrador de un centro comercial da las gracias.
 
 Cuando compres un boleto de la suerte da las gracias, cuando te sonrían en la calle da las gracias, y aunque no te las de la persona que lo esperas dale también las gracias.
 
Otra palabra que también aprendí de joven fue pedir perdón. Se que es lo que más nos cuesta porque nos hace sentirnos como más débiles., no reconocer que estamos equivocados, que tenemos la verdad absoluta en todo y queremos salir victoriosos en este mundo de batallas. Pedir perdón es amar, y amar es buscar lo mejor para ti mismo y para la persona que te rodea., por eso siempre pide perdón con cara saludable: alegre, fuerte, amorosa. «Que se note que no lo dices con la boca estrecha, con la sonrisa fingida ni obligado, y que lo haces porque te sale de lo más profundo de ti.» Dilo una y mil veces cada día perdón.
 
Mido más de lo que quisiera y menos de lo que dios me ha dado. 
Algunas veces esto me obsesionaba y me compraba algunos zapatos que me hicieran crecer varios centímetros, y me alegraba cuando iba al lado de alguien más bajito porque mi ego se estimulaba.
 
Con mi peso siempre he tenido disgustos: unas veces ha sido inoportuno en aquellas situaciones en las que se busca aligerar la barriga, y otras tal vez ha disminuido tanto que me daba por pensar que tenía cáncer, y por eso estaba perdiendo tanto el peso.

 Cuando era mucho procuraba ser discreto en la comida y cuando bajaba me ponía las botas con todo lo que pillaba, aunque en realidad siempre he sido disciplinado con eso de comer, ni mucho ni poco ,lo justo o lo necesario
Cuando estaba en buena compañía, y los comensales eran gente de buena comida procuraba no dejarles en mal lugar, y me ponía a su altura con la comida y bebida, pero también si fuera necesario me hacia el harakiri y pasaba penumbra y hambre si fuera necesario.
 
Lo mejor de mi cuerpo mis ojos que veía de color verde cuando me miraba en el espejo y me hacía sentirme agradecido., claro que al ir bajando la nariz insoportablemente grande con esos agujeros inmensos y los pelos que de su interior había no había forma de que a pesar de las maquinitas había comprara, y siempre andaba hurgando para quitar ese molesto pelo que no sé cómo aparecía de un día para otro.
 
De mi pelo y orejas casi mejor ni hablar., del primero saque lo mejor de mi madre porque no era grueso y me gustaba sentir su tacto cuando caía por la frente , y de las orejas aquí lo dejo.
Mi peor pesadilla la espalda siempre vivió conmigo como si fuera uno más de la familia separado del resto de las partes del cuerpo. Estaba con ella siempre como con un amigo y mi peor enemigo. No tenía término medio siempre la notaba porque se hizo desde niño notar. «
Que puedo decirte que no sepas mi querida y endiablada espalda que tanta alegría y sufrimiento me diste en vida»
Mi obsesión no haber conseguido tocar la guitarra como Paco de Lucia o cantado como Joaquín Sabina., quisiera morir en aquel lugar donde sea bien acogido, a ser posible acompañado.
 
 Me aterra la muerte no por lo que significa sino porque te deja sensación de que todo lo que tuviste se esfuma en medio de la nada.
Me gustaría tener mi última imagen viendo a alguno de mis hijos a ser posible cuando eran pequeños y tenían esas caras angelicales.
Quiero estar en paz con Dios en mis últimos momentos de la vida, y si puedo antes mejor. Quisiera tener algún recuerdo al menos de cinco personas que me hayan conocido en mi vida.
 
 No dejo deudas al menos que yo sepa hasta el último suspiro de mi vida.
Las cuentas me molesté durante años en hacerlas ,y si mi contabilidad no me falla ,y los bancos no han cogido, y la hacienda lo que no les corresponde., seguro que al menos algo positivo abre dejado a las personas que yo más quise en vida.
 
No tengo ninguna angustia que me pese más allá de los pasajes de cada día que abren páginas en blanco y negro y algunas veces medio abierta medio cerrada.
 
 Mis aspiraciones en la vida no fueron muchas, vivir vivir y vivir.
 No pensé ser gran estudiante., de pequeño tuve muchos obstáculos que saltear como aquel caballo desbocado por el campo cruzando charcos y saltando algunos árboles caídos.
Ahora está todo contado y narrado a las personas que más quise, ¿para qué recordar ahora después de más de 60 años lo que me paso en mi adorada y algunas veces triste infancia?
 
Quise ser de joven opositor de Notarias porque pensaba que eran seres de otra galaxia los notarios en sus escrituras aparecían como ángeles en el momento de la firma y el trabajo lo hacían otras personas por ellos.
 
Decidí al final cursar la carrera de periodismo, y quizás fue el acierto después de mis hijos haber tenido en mi vida. Todo un sueño se hizo realidad porque hice lo que realmente me hizo feliz
 
Me gustaba salir a la calle pasear y ver la gente su cara más autentica como la de aquella señora con su carrillo llorando porque su hija le decía lo que no debía y la pobre infeliz solo le quedaba eso seguir el camino al lado de ella porque ya no puede ir sola.
N o me gustan las residencias mal nombradas de ancianos porque son espacios donde lo único que queda es morir un poco antes que si estuvieras felizmente en tu casa acompañado de tus hijos o de ti mismo con una botella de cerveza una caja de ducados y un vinilo con la música de sabina cantando a todas horas.
 
Mi sueño se hizo realidad escribiendo libros.
 
Los primeros tuve el error de hacerlo sin saber realmente lo que hacía y dándolo al peor postor que me chupo mis pocos ahorros ofreciéndome la luna o el sueño del gran escritor que era aquel maldito editor explotador que me vendió como una nueva cervantes.
 
Mi color favorito el verde., mi canción favorita “tristeza de amor de Hilario Camacho”., mi gran sueño haber terminado con el hambre en el mundo, y el cáncer que pudo conmigo.
 
Mi compañero ideal tú sin rostro, sin nombre, sin forma., como eres, como te sientes, como lo vives, como te entregas tú mismo.
 
Mi amigo Jesús: el hombre, el hijo de Dios.
Lo busque de una y otra forma a lo largo de mi vida. Fue una lucha continúa: deliberada., a veces lo sentía distante, otras cercana, muchas veces lo ignore, y otras sentí su mano cogiendo mi cuerpo cuando estaba vacío.
 
No fui muy disciplinado en andar por los templos, pero después de todo pienso y estoy convencido cada vez con más pasión que tuvo sentido venir a este mundo de locos como el Hijo de Dios para salvar a los pecadores porque son los que necesitan médico.  Lo mejor de mi vida: mis hijos. Lo peor no haberlos tenido cuando lo necesitaba., pero de esto ello no tengo nada que reprocharles, al contrario., pensamos que todo es eterno hasta la sonrisa y nos da por acumular lo que no hace falta.
 
Mi viaje que no hice ir a la tumba de Jesús rodeado de buenos frailes franciscanos.
 
El peor amigo que puedas echarte el personaje que está detrás del banco al final del pasillo que se llama Director que te ofrece el oro y la luna, intereses y algún que otro regalo de fidelidad para chupar la sangre como el mosquito que revolotea durante la noche y te saquea las venas.
 
 Mi mayor decepción en la vida no haber conseguido ser un gran escritor. Aunque publique muchos libros, realmente ninguno me lleno nada , salvo quizás el primero que escribí titulado «La estela de la noche»., pero nunca lo reescribí ni saque alguna segunda edición que hubiera tal vez tenido muchas variantes de la original., pero ahora ya no hay tiempo de retoques y lo escrito escrito está.
Mi principal reproche haber perdido tanto tiempo en cosas vagas e inútiles. Por eso amigo no sigas mi ejemplo ., aprovecha el tiempo nunca es tarde si la dicha es buena para empezar miles de proyectos que te surjan en tu vida., por poco importante que lo veas, seguro la semilla bien plantada crecerá poco a poco. Aprovecha el tiempo: vívelo, amalo, quiérete , y sonríe siempre, siempre, que la vida merece la pena ser vivida y compartida
 
Si vienes algún día a verme, no te quedes solo conmigo, el vecino de al lado, y el de la esquina que está detrás del viejo ciprés también andan necesitados de algún despistado que le diga algo.
 
Si puedes mejor me dices algo en poesía que es la mejor forma de comunicarse que el ser humano inventó, y no derrames más que la lagrima imprescindible, que se siente de verdad.
Deja el resto dentro que no hace falta que te vacíes conmigo.
  Y por favor, si puedes, cuando vengas, tráeme una pequeña rosa blanca que hayas comprado en la floristería., no la cortes de ningún rosal, ni la recojas de la de mi vecino de enfrente.
 
No vengas a buscarme el día en que todo se llena de gente., prefiero tu compañía conmigo al calor de la tarde cuando el sol va dejando paso a la luna, y si es luna llena mejor, que las sombras de los cipreses se ven más bonitas.
 
“Hacer las cosas por las cosas que nunca las rosas reclamaron su perfume”
Anselmo
Escrito un día en algún lugar.



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