Las caras de Jesús

En el tierno y dulce banco te vi

en tu mirada me refleje

en tu voz me recree

y en tu rostro te sentí

en tu dulzura te acompáñe

y en tus ojos penetré

en tu cálida sonrisa me inspire

y tu belleza interna toque

en tus tiernas manos me refleje

y tu aroma como el viento,

entró dentro de mi

tan profundo

que borre mi deseo

y sentí que tu palabra era vida

como brote del desierto

como candela fina