Manuel: Un Homenaje Emotivo que Perdura por Treinta Años

Siento el latido de tu corazón,

de una mañana de octubre

han pasado treinta años,

pero ¡quién diría que parece hoy!

No te he borrado de mis recuerdos,

son continuos,

casi diarios,

eso me alegra, porque sigues siendo parte de mi vida

nunca podre olvidarte

porque nunca te fuiste

siempre permaneciste

y con ello voy contento

Manuel, padre, amigo, hermano

mi viejo ritual de octubre

besar tu foto y decirte buenos días

pasar al lado de tu cama y verla vacía

sentarme al lado del baño donde por última vez te vi

abrazarme a mí mismo

sintiendo tu latido

de ese corazón agradecido

que a pesar de lo grande que era

se marchitó aquel día

sentarme a tu lado en la cama esperando

volver a verte en la foto

y decirte “te quiero”

padre, amigo, grande, Manuel

treinta años son pocos para una vida

son muchos para un recuerdo

y tal vez para tu esposa una eternidad

Eras un loco soñador

poco aventurero,

discreto,

encantador,

Dieciséis de octubre

dos mil veinte y tres

hoy pongo en la portada

una esquela,

una flor,

una lágrima caída

una letra perdida

Un corazón roto

y un recuerdo perdido

de aquel Madrid contigo

Hoy ha nacido Manuel

un agradable señor

un padre ejemplar

un amigo de Granada

de su Acula bendita

un marido enamorado

que vivió y murió

con una sonrisa en la cara

feliz, y en Paz

limpio, sereno

esperando

Dios se lo llevo

y yo le doy gracias

de haberlo tenido en mis manos

en su último suspiro

feliz, contento, sereno

en Paz.

Ojalá mi muerte fuera igual

feliz, sereno, limpio

acompañado

En memoria de mi padre

un año más

treinta

Una respuesta a “Manuel: Un Homenaje Emotivo que Perdura por Treinta Años”

Deja un comentario